Dios nunca nos prometió que esta vida sería fácil, pero lo promete: es más grande que cualquier tormenta que enfrentemos en este mundo. Y siempre está trabajando para nuestro bien, incluso en los lugares donde no podemos ver, incluso en las circunstancias que no entendemos completamente. Él está con nosotros, justo en medio de todo lo que atravesamos.
Nuestras tormentas pueden verse diferentes en esta vida, pero todas tienen la oportunidad de cambiarnos para siempre. Y Dios es el único que tiene el poder de tomar lo que parece trágico y devastador para darle la vuelta para siempre. Puede que no suceda tan rápido como nos gustaría, puede parecer una lucha; podríamos encontrarnos deseando otro camino, pero la bendición vendrá de él. Porque es la forma en que Dios trabaja. Lo “bueno” brillará a través de la fe.
En algunos de los momentos más difíciles de la vida, he aprendido el poder de rezarle las palabras de Dios. Solo tiene la capacidad de calmar nuestras almas, refrescar nuestros espíritus y hacer que la esperanza se eleve por encima del dolor que podríamos estar sintiendo. Y aunque nuestras circunstancias pueden no cambiar de inmediato, aunque nuestros corazones aún pueden estar dolidos, a través de Su Verdad se nos recuerda poner nuestros ojos en Él. Y ese es el mejor lugar para ellos, en toda la vida.
Llámanos y descubre el poder que tiene una Oración de esperanza, personalizada para ti.